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Diario de Escritor 03 – Buscar editorial

¡Bien! ¡Ya tienes tu novela! (Madre mía la cantidad de cosas que me estoy saltando, pero vamos al meollo). ¿Y ahora qué? ¿Te la fumas? ¿Se la das a tu perro para que la lea? ¡Que puñetas! Toca buscar editorial y si eres novel como yo, este artículo deberías leerlo e imprimirlo en docenas para pegarlo por las paredes de tu zona de trabajo. Si te llaman loco por ello, diles que remitan las quejas a tu perro. No solucionará nada, pero al menos será divertido ver que cara ponen.

Cuando escribí Cambios (Crónicas del Nuevo Mundo) era por el 2018. Lo terminé en 2019 y nada más tener la primera copia del borrador, me dispuse a buscar editorial. Un pequeño flashforward, se publicó en 2021.

¡ERROR!

Empecé a buscar como un loco cualquier editorial en la que pudiera soltar mi escrito. Si tenía un botón de «Aceptamos manuscritos» se convertía en el centro de una diana. Si no lo tenía, buscaba el email de contacto. Desde las grandes hasta las pequeñas. Total, el «No» ya lo tenía. Obviamente, aquel fresco manuscrito aún tenía mucho trabajo por hacer. El punto final de una novela solo significa una continuación para quien escribe. Ahora me tocaba revisar miles de cosas; problemas de coherencia con la trama, ortografía (pensé en escribirla con H, pero no me hace falta hacer la gracia para saber de lo que hablo), cosas que había que rebajar, expresiones redundantes, sobreadjetivación, ritmos que no eran del todo finos… ¡Dios! Si os contara todo lo que tuve que corregir, fliparíais. Os lo aseguro.

¿Y sabéis la mejor parte? Tuve ofertas.

Y no es que mi guarro manuscrito fuera oro. Es que hay muchas editoriales que saben que un autor novel es un caramelito en dulce. Tu primera novela te la van a comprar familiares y amigos; y basta para recuperar lo invertido si hay poca seriedad por parte de la editorial. Y el contrato te ata durante tres años como poco. Tu novela puede acabar en un cajón a pesar de contar con ISBN, si la editorial no cuenta con distribución entre otras cosas. Así que seamos serios. Recordemos que un contrato debe beneficiar a ambas partes, y tú, que eres una de esas partes, debes estar contento.

Buscar una editorial es algo que haces por que quieres, no por que te obliguen.

Clávatelo en la cabeza. Si decides publicar con editorial, por las razones que sean, es por que así lo has decidido. A lo mejor quieres sentir que alguien invierte en ti, que eso da valor a tu obra. Es algo muy digno. Autopublicar también, ¡ojo! Lo mismo simplemente quieres que te orienten, ya que eres nuevo, y no tienes del todo claro las herramientas que dispones a tu alcance.

Lo que quiero decir con esto es que vas a recibir ofertas. Si es tu primer manuscrito se siente como el néctar de los Dioses. ¡Hay por ahí alguien que quiere apostar por ti y tu obra! No quiero desilusionar a nadie. ¡Al contrario!  Lo que quiero decir con esto es que tus genitales están sobre la mesa y, sí tienes fe en ti mismo y en tu obra, lo mínimo que debes hacer es establecerte objetivos serios para contigo mismo. Mírate el contrato. No firmes nada si no te contenta. Y no te quedes solo con eso. Investiga el entorno de la editorial. ¿Publicita a sus autores? ¿Qué opinan sobre su propia casa de trabajo?

Es normal que te sientas tan embriagado por la confianza depositada que quieras firmar cualquier cosa. Pero esa obra es tu bebé, y depende de ti que crezca en un entorno digno.

Me he encontrado cosas muy raras. Empresas que se ofrecen a cofinanciar tu obra (y que como eres novel, te piden unos 3000€ para empezar. ¡Casi nada!), otras que dicen que en un mes tu libro estará a la venta… Depende de ti. La alegría puede ser un mal veneno, y creo que siempre debemos mirar en nuestro presente por la felicidad de nuestro futuro.

En mi caso decliné ofertas. Incluso me dio tiempo para admirar mis propios errores en el manuscrito. Rescribí escenas. Restructuré diálogos. Arreglé faltas de ortografía (conté con un grandísimo corrector que se ha ganado todo el cariño posible gracias a su solidaridad y trabajo). A medida que mi obra mejoraba, recibía mejores ofertas. ¡Que casualidad! ¿Verdad?

La suerte también es clave.

Para seros completamente sinceros, tuve la fortuna de conocer gente realmente amable y maravillosa en estos paréntesis. Gente que me ayudó a buscar información, que me señalaban que debía mirar en el contrato o que, simplemente, me indicaban donde debía buscar. Es por eso que me mojo con esto y os escribo esta entrada. Sin ellos, probablemente habría firmado cualquier cosa con tal de ver mi obra publicada.

Obviamente, si no tienes una flor en el culo (y si la tienes, no te avergüences. ¡Enhorabuena!), ninguna de las grandes va a apostar por ti salvo que seas un autor laureado; veterano en mil concursos ganados, o que cuentes con un agente literario. Algo más difícil de encontrar que una editorial decente. Actualmente hay mucha oferta y poca demanda. Publicar una novela no es igual ahora que en los noventa. Eso debería hacerte más cuidadoso, no menos.

He tenido la suerte de caer en un sitio en el que me siento arropado, orientado y donde los consejos distaban ser promesas de sacos rotos. Si eso cambia en un futuro, pues habré elegido mal. Esto no deja de ser un dado en manos del destino; pero al menos sabré que hice mi trabajo.

Si me he ido por las ramas, pido perdón. Repito: aún soy novato. Quedaos con el mensaje clave.

Lo importante aquí es que recuerdes que tu obra, si es que te has tirado tanto tiempo para escribirla, ha sido por que la has disfrutado. Has predispuesto fe en ella. Has luchado por ella. El punto y final no la termina, apenas es un paréntesis con lo que vendrá a continuación. Sigue luchando por que acabe donde toca, por hacer que merezca la pena. Que esperar o no recibir respuesta no os desanime. Aprovechad para mejorar vuestra obra. Si las recibís, valorad con cabeza. En el peor de los casos, ganáis tiempo para mejorar vuestro manuscrito. Buscar editorial no debe ser otro punto final. Eso no existe. Si lucháis por vosotros mismos, jamás existirá.

Haced que merezca la pena.

Y ya hablaremos de la corrección, pero eso es otra historia. Si queréis saber más, siempre podéis pulsar aquí y mirad las otras entradas del diario de un escritor.