Sí algo sabe hacer la franquicia de Resident Evil Village es renovarse.
¡Y ojo! No digo yo que lo hagan bien. No me malentendáis. Con Resident Evil 4 supieron dar un giro del, ya quemado, esquema de tanqueta a una acción en tercera persona. El terror ya no consistía en suspense e indefensión, sino en en una carnicería rápida donde un paso en falso acababa en un GAME OVER.
Con Resident Evil 5 y 6 la cosa no pinto a mejores. Se mantenía esquema, pero un par de apuntes:
A) La franquicia trataba de seguir la estela de su magistral cuarta entrega a la vez que se acercaba al saturado (por entonces) mercado de los videojuegos de acción más puros.
B) Se perdía mucho de la esencia inicial de la saga.
La cosa no terminó de sentarle demasiado bien, y cuando Capcom hizo números del dineral que se gastaron para su sexta entrega y la mala acogida de público y crítica, decidieron que era hora de volver a los orígenes en Resident Evil VII. Eso quiere decir: más terror, menos acción y bactracking. Todo esto a la vez que se incorporaban nuevos elementos (Cómo la primera persona y una trama/protagonistas nuevos), que hacían a la vez; distanciamiento y acercamiento a lo que Resident Evil fue una vez.
Con Resident Evil VIII se ve una evolución de su anterior entrega. Seguimos las andanzas de Ethan, pero a la vez, damos un salto cualitativo a la acción/aventura cómo ya hizo su cuarta entrega.
¿Merece la pena? Ve el video para saberlo.