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La historia de Polybius: El videojuego maldito.

 

La historia de Polybius está anexionada a la del videojuego. Una que bien daría para documentales de fantasmas y conspiraciones.

Puede que conozcas de oídas esta famosa arcade que, según las leyendas, causaba apariciones demoniacas a quien tenía la desgracia de jugarla. Es un nombre que ha recorrido la cultura popular, donde es fácil escucharlo sin necesidad de saber a que cojones se refiere.

Bien, vamos a solucionar eso.

Antecedentes

Somos muchos los que recordamos con nostalgia esas monedas de cinco duros que se esfumaban mientras le enseñabas a tu colega “quien manda” al King of Figther.

Pues bien, retrocedamos algo más, a 1981 para ser más exactos, y vayamos a Portland (Oregon), donde una nueva recreativa llega a sus salones.

Polybius a ojo de “milenial” puede que no te llame un carajo. No dejaban de ser polígonos a toda mecha bombardeándote de luces en estrobo y ruidos de gatos atropellados, pero para la época, se cuenta que era super adictivo. Un shotter de disparar cuadraditos que acaparaba la atención de la muchachada. Muchos hablan de Polybius en comparación con el famoso Tempest, donde la gente se tiraba horas batiendo puntuaciones en las recreativas, y si bien puede ser una comparación curiosa, tiene poco de curioso una vez sabes su historia.

Pero volvamos a Polybius

Según las historias, llega a las recreativas y lo peta. Por entonces lo que importaba era que el juego fuera divertido, así que pocos repararon en que no hubiera referencias a sus desarrolladores.

Tuvo que rascarse para sacarse un nombre, Sinnesloschen, que en alemán quiere significar algo así como “borrando los sentidos”.

Y daba el caso que aquellos que jugaban al videojuego de marras acababan con profundas migrañas. Por las noches se despertaban entre horribles apariciones, voces susurradas al oído en la oscuridad de sus dormitorios, empapados en sudor frío.

Se habla de que sus víctimas acababan teniendo tendencias suicidas. Es fácil escuchar tétricas historias sobre voces que obligaban a sus jugadores a cortarse las venas o a ahorcarse.

Bien, también es importante decir que todas estas historias comienzan a coger fuelle en el 2000, unos veinte años más tarde, debido a la conectividad que nos concede internet. Surge exactamente como lo que es, un creepypasta (leyendas urbanas surgidas en foros o páginas webs), uno con demasiadas evocaciones cómo para ser real y, a la vez, una fuerte base de realidad.

Pero es difícil seguirle el rastro. A fin de cuentas, Polybius desparece de las recreativas el mismo año y todo registro de su paso queda en el recuerdo de quienes dijeron vivirlo.

Leyendas, especulaciones, conspiraciones…

En mi documentación sobre este videojuego maldito he leído muchas cosas. Algunas tan estúpidas como entretenidas, otras tan realistas cómo aterradoras.

Por un lado, tenemos la parte sobrenatural. Polybius te mete el demoño en el cuerpo mejor que sacrificar gallinas a la luz de las velas ¿sus fuentes? 100% real no fake mega.

Todos los elementos para una pelí de serie B que os aseguro que me vería.

Por otro lado, llegué a un foro donde se hablaba de que Polybius fue el resultado de un trabajo en conjunto entre ATARI y la CIA.

En dicho foro, su creador hablaba de tener parte del código original del videojuego (Una fantasmada difícil de creer, ya que no existe ROM que verifique siquiera que Polybius existió) y que este estaba lleno de mensajes subliminales. Cosas bonitas como “Kill Yourself”, “Conform”, o “Surrender”.

Fuera coñas, esto tiene una base más terrorífica de la que podemos creer, ya que hablamos de luces estroboscópicas, sonidos extraños (Cosas no muy ajenas a este tipo de videojuegos), pensados para freírte el cerebro a base de estímulos con los que luego bombardearte a mensajes subliminales.

Joder, esto podría licuarle el cerebro a cualquiera y podría explicar tanto las migrañas como los terrores nocturnos.

Por otro, digo terrorífico porque decir que Polybius existió puede estar abierto a debate, pero que la CIA, los mismos del proyecto MK Ultra, trataran de probar este tipo de efectos sobre la ciudadanía con los videojuegos no me parece del todo descabellado.

Por último, lo que se cuenta que realmente acabó con los federales yendo a los salones para llevarse las maquinitas, tuvo que ver con la muerte de un menor por epilepsia.

Ya sabéis: esto es muy divertido hasta que alguien pierde un ojo

La existencia de Polybius

Como ya he dicho, no existen más registros que los “Escuché que…” o “De pequeño yo…”.

Sin embargo, que no exista NADA del código original hace de su existencia un mito. Tan solo hay recreaciones de lo que debió ser su gameplay, según las historias:

Pero ahora la cosa se caldea.

Si bien dije que toda esta leyenda nace gracias al internet del principio del 2000, en 2006 aparece un tal Steven Roach, en los foros de CoinOp (El mismo donde surgió la leyenda), confesando ser uno de los creadores del videojuego maldito.

Steven Roach dice que programaron el videojuego en la desarrolladora ya citada, Sinneslöschen, bajo encargo de una empresa sudamericana que “no puede citar” por temas de confidencialidad.

Dice que fue su colega Mark Vachousek quien dio nombre a Polybius; una idea inspirada en sus estudios de mitología griega cursados en la universidad de Masaryk de la república Checa.

En su versión de los hechos, el juego se estrenó en Portland con normalidad, sin fantasmas ni agentes de negro de por medio, pero que a los seis días un chico de trece años murió debido a una crisis epiléptica.

La muerte de joven hizo saltar las alarmas de la compañía. Si tenemos en cuenta la sociedad de la época (Los videojuegos no estaban demasiado bien vistos), eso ameritó para que la compañía recogiera cable a lo bestia; recolectando las máquinas de los salones y deshaciéndose lo más rápido posible de sus responsabilidades con la misma.

“Poco después recibimos terribles noticias”, relata Roach. “Un chico de 13 años del distrito de Lloyd, en Portland, Oregon, había tenido una crisis epiléptica mientras jugaba el juego, tan solo seis días después de que se instalaran las máquinas. Uno de los directivos de la empresa, a quien conocía bien, me contactó para decirme que había causado ataques de pánico en la compañía, quienes opinaban que habían creado un monstruo. Puede que suene risible ahora, pero por favor tomen en cuenta que esto fue hace 25 años, cuando la industria de los videojuegos estaba en su infancia”.

Hasta aquí todo correcto. Un nuevo mito desmontado por boca de sus creadores, ¿verdad? Ni trampa ni cartón; simplemente un juego al que sacudió una tragedia y que decidieron borrar del mapa para limpiarse las manos.

Demasiado aburrido para acabar aquí, y es que ahora vienen más giros extraños y espeluznantes.

La investigación de Cat DeSpira

Cat DeSpira es una historiadora y periodista con un gusto especial por las leyendas urbanas. Habiéndose criado en la Portland del 81, no es de extrañar que investigara la historia de Polybius. Este trabajo de documentación lo publicó en su podcast y en su blog (con actualización de 2015).

 

Tras investigar las declaraciones de Steven Roach, encuentra inconsistencias y una turbia sospecha.

Para empezar, buscó en Alemania sobre la empresa Sinneslöschen sin encontrar nada. También revisó el historial de estudiantes de la universidad de la república checa; ningún Mark Vachousek que estudiara mitología griega.

Lo que Cat DeSpira sí que encuentra es una orden de detención para un tal Steven Roach y su esposa Glenda, antes de que ambos se fugaran de la autoridad a la república checa.

¿Los cargos? Privación de libertad y tortura de menores, casi nada. Y es que Steven Roach se encargaba de la seguridad en la Worl Wide Association of Specialty Program and Schools. Centros de “reducación” para adolescentes que tuvieron mogollón de causas judiciales. Las técnicas utilizadas eran similares a la tortura en prisión; hambre, palizas, ser atado o encadenado a camas, ser obligado a comer vómito, estar acostado en orina, sangre y heces y, en algunos casos, violación y abuso.

Casi mejor quedarse con lo de que el juego lo programó el Diablo ¿Verdad?

Aún con todo…

Fuera de asegurar que el Steven Roach de CoinOp y el de la WWASPS es la misma persona, la investigación de Cat DeSpira no da mucha más luz sobre el videojuego maldito.

Tirando del hilo llega hasta Malibu Grand Prix, el salón de recreativos donde supuestamente desembarcó Polybius, y no encuentra ningún registro al respecto.

Sí que encuentra gente que dice haberse visto afectada por las luces brillantes de los videojuegos de alguna u otra forma, pero ninguna crisis fatal de epilepsia.

Una de ellas, un chico llamado Michael Lopez de 14 años, sufrió migrañas, mareos y nauseas, tras jugar a Tempest.

También hubo una redada federal en la que se llevaron varias máquinas, pero más que deberse para salvaguardar la salud de los consumidores del salón, se debía a recreativas alteradas en las que se efectuaban apuestas.

El caso de Polybius queda a medio camino entre un efecto mandela y un creepypasta. Uno que tiene, tal vez, mucha base real entre adoquines de invención, misterio y conspiraciones.

¿Y ya está? ¿Y ahora qué?

La leyenda queda por desenterrar, pero ¿Es eso malo? Dejar algo de misterio al mundo nos regala cierta ingenuidad bastante disfrutable.

¿Fue toda una invención del gobierno? ¿Satanás terminó su cursillo de desarrollador de videojuegos? ¿Hará Crunch en el infierno?

Polybius es, hoy, una leyenda tan oscura como interesante de la cultura del videojuego. Como dije al principio, puedes haberla visto mencionada en los Simpsons, en series como Big Bang Theory, o incluso de fondo en la nueva serie de Loki.

Es una leyenda y, justo por eso, divertida.

Esa es la razón por la que una serie de aficionados decidieran recrear una web para aficionados de la empresa Sinneslöschen en la que puedes descargar una versión imaginada del juego.

Es la razón por la que el grupo musical Nine Inch Nails decidió introducir Polybius en su videoclip “Less Than” (Versión de Llamasoft, que hizo una versión propia años posteriores a la leyenda)

Es también la razón de que exista, hoy, una versión de Polybius para PS4 y PS VR.

Es la razón por la que has leído hasta aquí y, seguramente, hayas pinchado en los enlaces que he ido poniendo; incluyendo la revisión de su gameplay original; a pesar de saber que se trata de algo peligroso.

Por morbo y emoción, colegas. A fin de cuentas, ¿Qué hay más divertido que una leyenda irresoluble?

Para más artículos, ya sabes donde pinchar.